lunes, 23 de marzo de 2009
TERRORIFICA INSEGURIDAD-(comentario)
Hoy descubrí la impotencia social, por lo menos yo lo llamo así, a aquello que pasa en la sociedad, que te da bronca y que uno sabe que no puede cambiar.
Eran las 4 de la tarde cuando salgo a tomar algo de aire antes de ponerme a trabajar, cuando veo un grupo de chicos (5) de 15 a 16 años, que con una espeluznante naturalidad apedreaban sin piedad el frente de un colegio, a la cual la mayoría de ellos pertenecían, los vecinos que pasmados presenciábamos el grotesco espectáculo, lo que mas nos llamo la atención era con la alegría que lo hacían, realmente disfrutaban lo que estaban haciendo.
Cuando terminaron de divertirse salieron corriendo sin siquiera tomarnos en cuenta, entonces recordé que no hacia una semana que a plena una de la tarde avían puesto una pistola en la cabeza de mi hija y amenazaron llevarse a mi nieto por robarle un celular
Todos estos tristes acontecimientos, aparte de quitarme un poco de esperanza, también me pone a pensar, y asen brotar en mi, sentimientos encontrados.
Primero mucho miedo, porque vivimos un estado de indefensión absoluta, como si todo los días se sorteara por lotería nacional una ejecución, y es cuestión de suerte que le toque la pena de muerte a algún ser querido, en donde el requisito principal para acceder al primer premio es ser inocente.
También ciento bronca, porque todos los días le tengo que agradecer a Dios que la inseguridad no me aya llevado a alguien querido.
Por ultimo siento pena por tantas vidas inocentes perdidas, y todavía las que se van a perder, hasta que algún iluminado, llámese político, juez, policía o periodista, porque no basta tener la idea, sino tener el poder para hacerla efectiva.
Queridos amigos lectores, para terminar con este desahogo, solo pedirles disculpas por compartirles mis sentimientos, pero lo bueno que tiene esta situación, es que a aquellos que nos gusta escribir sobre el terror y el miedo, hoy no tenemos que buscar mucho, solo ay que pedirle a Dios que la circunstancia no nos haga parte de esa historia de terror, un abraso Nacho Avalos.
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